Hace un tiempo pregunté en Facebook cuales eran los dulces típicos de Semana Santa a mis amigos.
Ali, amiga de mi infancia me comentó que ella de pequeña para estas fechas comía estas galletas.
Recuerdo de pequeña ver a algunos de mis compañeros de clase llevar este dulce para el almuerzo a la hora del recreo. La verdad y siendo sincera siempre me dio un poco de asquito, lo veía frito y grasiento y me producía náuseas. Siempre me ofrecían y decía que no, que ilusa!
Cuando Ali me comentó la receta me dio un poco de repelús al pensar en aquellas galletas grasientas pero me dije a mi misma: Penny, tampoco te gustaba el queso, ni el fuet, ni los mejillones, etc....así que hazlas y pruébalas!
Dicho y hecho, lo que me he estado perdiendo durante todos estos años!!!!!!!!!!!!!!
Busqué por internet y dí con la receta de mi compañera Pam de Uno de Dos, no lo dude, no busqué más, sabía que iban a estar divinas de la muerte, no me equivoqué :)
Estas galletas concretamente van camino de Sevilla para mi amiga Ali y Vanne, espero que las disfrutéis tanto como yo he disfrutado haciéndolas para vosotras.
Ingredientes:
-2 paquetes de galletas maría hojaldradas
-crema pastelera (receta aquí) o podéis preparar la que más os guste
-leche entera
-ron añejo
-2 cucharadas soperas de azúcar
-1 cucharadita de canela
-1 huevo batido
-aceite de girasol para freír
Primero preparamos la crema pastelera, receta aquí. Reservamos con papel film en la nevera para que enfríe.
Ponemos las galletas y echamos una cucharada de crema pastelera, ponemos otra galleta encima y presionamos ligeramente.
Calentamos un poco la leche, que este tibia, echamos el chorrito de ron añejo. Pasamos las galletas por la leche, vuelta y vuelta, no mucho para que no absorban la leche y después por el huevo batido.
Freímos en abundante aceite de girasol, 5 segundos por cada lado.
Pasamos a papel de cocina absorbente y después por la mezcla de azúcar y canela. Enfriamos, metemos en la nevera y estará lista para comer!
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